4 abr 2015

La barra, detrás del negocio de la reventa



Por: Ángel Armando Castellanos

Eres un aficionado común. Sin credenciales ni nada que te haga parte de un grupo dentro del club al que amas. Vas al estadio cuando quieres, cuando puedes o cuando la situación lo amerita, como un Clásico, por ejemplo. Lo vives, lo necesitas.

Decides evitar "problemas" y conseguir los boletos para ti y los tuyos directamente en la taquilla. Sabes que habrá reventa. No entiendes a quién le dan la "mordida" para tener antes los boletos que buscas. Los olvidas y te diriges directamente a la zona legal para ver el partido.

Pero, ¿cómo operan? ¿A quién le pagan para tener las entradas con anticipación? ¿Por qué NADIE les hace algo? La respuesta es mucho más sencilla de lo que parece...

ASÍ FUNCIONA



En entrevista con juanfutbol, un policía identificado como "Cansino" relata que hay dos responsables directos de la existencia de este problema: la barra y la afición. La misma que en cada partido tiene que padecerlo.

"A cada integrante de la barra el club le da un boleto y el derecho de comprar dos más antes de que salgan a la venta. Ellos se los dan a la reventa y por eso tienen las entradas desde antes de iniciar el torneo", revela el oficial. Al tiempo insiste en que no se registre su número de placa.

Cansino agrega: "hemos detectado hasta 30 integrantes de una misma familia que se dedican a la reventa. Si no consiguen los boletos que quieren con la barra, son los primeros que se los compran a Ticketmaster con la credencial de Socio Americanista".

NEGOCIO REDONDO



El negocio es redondo. Cada boleto es revendido cuando menos al doble de su costo original. En el caso del partido entre América y Cruz Azul el promedio del costo de una entrada en taquilla es de 400 pesos. Es decir, cada revendedor obtiene alrededor (suponiendo que comercializara 10 boletos) de 8 mil cada vez que hay un partido con convocatoria similar al del Clásico Joven.

Apenas el jueves, cuando la venta de boletos al público en general sólo se daba vía Ticketmaster, su costo en reventa era de 50 pesos más que a través del sistema electrónico. Para el viernes las entradas se cotizaban en el doble del precio original. Se espera que este sábado sea del triple y que vaya aumentando conforme se acerque el silbatazo inicial.

LA RAZÓN DE SU IMPUNIDAD





¿Porqué no se les castiga? "Porque la afición misma lo permite. Tú como aficionado tienes que venir a denunciar, esperar hasta que venga el MP (Ministerio Público) y señalar al revendedor. Sólo así se les puede detener".

Mientras sale el fanático "valiente" que acuse los delitos de "robo y fraude" -de acuerdo al mismo oficial- este mal seguirá existiendo. Aún no hay una ley que castigue de oficio la situación que no sólo afecta la economía del público, sino al espectáculo mismo, al no llenarse por completo el estadio.

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