Polémica caída del América

Las Águilas del América se toparon con una mala decisión del árbitro central, Jaime Herrera, quien no les marcó un claro penal sobre Salvador Cabañas y cortó de tajo una racha de ocho juegos sin perder, al caer ayer con Pachuca por 2-1, en el Estadio Hidalgo. Sin embargo, la derrota ante los Tuzos también exhibió algunos defectos del América, contra un...

equipo que tiene jugadores capaces de definir un juego desde lo individual y que no se regala en defensa.

Lo único que le faltó a los locales fue cerrar el partido antes. Al equipo de Guillermo Rivarola le falta un delantero que aproveche las opciones que generan Damián Alvarez y Christian Giménez en la delantera.

Por eso, pese a dominar el partido y tener un hombre de más durante 55 minutos, gracias a la expulsión de Montenegro, los últimos minutos fueron de sufrimiento para los locales.

Incluso, un viejo conocido de la afición local, Aquivaldo Mosquera pudo hacer el del empate, pero Calero lo evitó.

Hubiera sido un duro castigo para el Pachuca que propuso desde el inicio. Rivarola detectó los defectos de la formación azulcrema y los explotó.

Puso a Damián Álvarez a la espalda de Esqueda para verse de frente con Óscar Rojas. El argentino fue una pesadilla y terminó con cualquier posibilidad de recuperación azulcrema al poner el balón en la cabeza de Cacho para el segundo.

Por esa banda se originó también el primero. Tras una falta en ese sector, El Chaco cobró el tiro libre y puso el balón en el ángulo derecho de Ochoa. Imposible para el arquero americanista.

Ante la mala noche visitante, América volvió a confiar en Memo como salvador. Y respondió: Tapó dos mano a mano, uno ante Benítez y otro ante Cacho. También apareció Cabañas con un gol de tiro libre sobre el final.

Pero la noche fue tuza. Paul Aguilar aprovechó la falta de oficio de Israel Martínez para desbordarlo una y otra vez por la derecha, hasta conseguir que lo amonestaran.

Pachuca, con el regreso de Leobardo López tras su lesión, tuvo el balón desde el inicio. Cabañas estuvo cerca tras un centro de Beausejour que no llegó a rematar a tiempo. Respondieron los locales con un tiro de Francisco Torres que controló Ochoa. El Gringo también fue una pesadilla detrás de un desubicado Beausejour y de Pavel Pardo. Al 22 vino el gol del Chaco y comenzó la fiesta en el Hidalgo, que estuvo cerca del lleno, pese a las medidas que se iban a tomar por la influenza.

Diez minutos antes del descanso, Rodríguez hizo una jugada por la banda y se la dio a Damián que hizo una faena antes de darle el balón a Torres que recibió una dura entrada del Rolfi que dejó a su equipo con diez.

Al final apareció el equipo que sumaba ocho juegos sin perder. Pese a que la polémica rondó por el Hidalgo, tras una falta que recibió el paraguayo en el área y hubiera sido un posible empate. Con diez y gracias a Ochoa, América coqueteó con el empate. La estrategia de Chucho colapsó en Pachuca; por suerte le tocan tres juegos de local. Un aviso a tiempo para corregir errores.

No respetaron la medida preventiva

A pesar de que la Secretaría de Salud del gobierno del estado de Hidalgo había hecho una solicitud de prevención a la directiva el Pachuca, para que el partido contra América en el estadio Hidalgo sólo operara al 80 por ciento de su capacidad, esto como medida precautoria ante un posible rebrote del virus de Influenza AH1N1, el inmueble registró una gran entrada y sólo una parte de una de las cabeceras se mantuvo sin aficionados, pero a simple vista esta parte del estadio no representaba el 20 por ciento que se le había solicitado a los Tuzos. A pesar de eso el comportamiento de los aficionados fue aceptable, sólo se registraron algunos empujones, pero estos fueron bien controlados por los mismos porristas. Al final los de Pachuca salieron cantando y felices; mientras los de América se fueron con el mismo sentimiento de amargura que tuvieron sus jugadores.

Fuente: laaficion.milenio.com